miércoles, 12 de marzo de 2025

LA NATURALEZA MEJORA NUESTRA SALUD PSICOLÓGICA

¿Te has preguntado por qué nos gusta tanto estar rodeados de espacios naturales? Entre otras muchas cosas porque nos hacen sentir mejor, porque mejoran nuestra salud física y psicológica o -como demuestran diversos estudios- incrementan nuestra felicidad al disminuir nuestros niveles de estrés.







  A más naturaleza, más salud


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Estar en contacto con la naturaleza mejora nuestra salud física y psicológica, nuestra calidad de vida, y puede jugar un papel importante en la prevención de algunas enfermedades, según múltiples investigaciones a nivel mundial.

Distintas evidencias de salud recopilan que, los beneficios de estar en contacto con un entorno natural en nuestra salud son muy diversos: mejora nuestra calidad de vida percibida, reduce la morbilidad (la cantidad de personas que enferman en un lugar y un período de tiempo determinados) y la mortalidad.

Asimismo, incide en un menor sobrepeso y obesidad, ayuda a mantener la salud cardiovascular, contribuye a la salud mental, tiene un efecto de soporte y cohesión social que contribuye al bienestar, y puede promover una recuperación más rápida de la enfermedad.


Diferentes estudios demuestran que bosques, montañas y espacios azules (mares y ríos) son los espacios preferidos por la mayoría de los humanos, siempre que se perciban como seguros. Son lugares favoritos para el relax, esparcimiento y liberar el cuerpo tanto física como emocionalmente, como una oportunidad magnífica para exhibicionismo físico especialmente por las féminas, lo que resulta imposible en un paisaje urbano. Este aspecto específico, lo desarrollo con detalle en este enlace

En virtud de ello, muchos vacacionistas prefieren locaciones naturales a metrópolis congestionadas, que además de más sanas son más seguras en términos de menor incidencia delicuencial, sin ser menos importante las impactantes fotos que resultan de la maravillosa conjunción humanos-naturaleza, especialmente con la presencia del grupo familiar.

“La naturaleza proporciona muchos beneficios para la salud física, mental y la competencia académica de los seres humanos.

Dicha reflexión fue compartida por la ministra venezolana del Poder Popular para Ciencia y Tecnología, Gabriela Jiménez Ramírez, quien precisó que el Instituto Swiss Re ha sacado a la luz un informe en el que se recogen numerosas investigaciones científicas en las que se puede confirmar que tener una relación diaria o semanal con algún espacio natural ayuda a gozar de mejor salud física y mental.

La encuesta de 18 países realizada por White et al., (2021) reveló la maravillosa complejidad de la relación entre naturaleza y salud.

La ministra precisó que:

“las asociaciones entre el bienestar positivo, la angustia mental, la medicación para la depresión / ansiedad se utilizaron como indicadores ‘mentales’ y se compararon con las exposiciones residenciales o recreativas a una variedad de entornos naturales como el verde, el azul del interior o el azul de la costa”.

Asimismo, añadió que:

“realizar ejercicio en la naturaleza ayuda a elevar el ánimo y la positividad. Las aseguradoras de vida y salud analizan de manera integral los muchos factores diferentes que influyen la salud de un individuo. El acceso a la naturaleza y el tiempo que se pasa en ella contribuyen, pero no son factores determinantes, al resultado de la salud mental de una persona”.

Agregó que desde una perspectiva preventiva,

“./. no se puede ignorar la exposición a la naturaleza como contribuyente a la salud mental. La definición de cómo se clasifican la naturaleza y el bienestar mental es importante”.

Además, los entornos naturales son esenciales contra el estrés, aporta mayor felicidad y disminuyen los riesgos para el corazón, apuntó la ministra Gabriela Jiménez Ramírez.






  Estudios en campos naturales



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Otro estudio realizado en bosques de Japón, en 2010, demostraron que los espacios verdes tienen múltiples beneficios para la salud mental.


“Aquellos que caminaron en el Parque Forestal de la Prefectura de Seiwa mostraron concentraciones de hemoglobina significativamente más bajas que un grupo de control que caminaba por una ciudad. Los que caminaban en el bosque de la prefectura de Yamagata mostraron resultados similares en los niveles de cortisol que en un grupo de control urbano”, comentó la ministra Gabriela Jiménez Ramírez.

Igualmente, añadió que la investigación incluyó a 3000 residentes en Tokio, correlacionando cinco resultados de salud mental: depresión, satisfacción con la vida, felicidad subjetiva, autoestima y soledad, con dos medidas centradas en la naturaleza: frecuencia de uso de espacios verdes y visibilidad de las vistas verdes a través de las ventanas de la casa.

“Llegaron a la conclusión de que el uso de espacios verdes, o incluso simplemente la existencia de vistas de ventanas verdes, se asociaba con un aumento de los niveles de autogestión de la estima, satisfacción con la vida, felicidad subjetiva y disminución de los niveles de depresión, ansiedad y soledad”, explicó.

Mencionó que desde tumbarse en el suelo hasta pasear descalzos, “nos reconecta con la Tierra. Las actividades comunitarias en los espacios verdes, como el deporte o la jardinería, proporcionan una fuente importante de cohesión social y apoyo para la salud mental”.

Precisó que otro de los beneficios de acercarse a la naturaleza, con frecuencia, es que ayuda a prevenir o posponer las enfermedades cardiovasculares. Esto fue analizado por Silveira y Junger (2018), en la ciudad de Río de Janeiro, donde encontraron una reducción del 6.7% y 4.7% en la cardiopatía isquémica y la enfermedad cerebrovascular, respectivamente.

“Los árboles urbanos refrescan, limpian el aire y proporcionan espacio para la relajación, reduciendo el calor y las condiciones respiratorias y mejorando la salud mental”, puntualizó la ministra Gabriela Jiménez Ramírez.






  Visionar la naturaleza también trae beneficios para la salud



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Desde los años 90 del siglo pasado ya se sabe que las imágenes o vídeos de naturaleza inducen una recuperación fisiológica mediante la mayor activación del sistema nervioso parasimpático y también una recuperación psicológica del estrés.

En contrapartida, el entorno urbano tiende a requerir un esfuerzo cognitivo más alto y se asocia a un estado de ánimo negativo.

Margarita Triguero-Mas, especialista en naturaleza y salud en diversos centros de investigación (MIT, UAB, ISGlobal), indica que hay estudios que

“analizan efectos a corto plazo, y prueban cómo el contacto con la naturaleza entre 10 y 30 minutos puede cambiar nuestra presión sanguínea, frecuencia cardiaca, estrés o estado anímico».
«Diferentes estudios a largo plazo señalan una reducción de la mortalidad al vivir cerca de espacios verdes, mejor salud mental, mejor salud autopercibida, mejor forma física, menor toma de medicamentos, entre otros hábitos saludables.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recordaba en un informe dedicado a los espacios verdes y la salud que los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas reclaman proporcionar acceso universal a espacios verdes y públicos seguros, inclusivos y accesibles, en particular para las mujeres y los niños, las personas de edad y las personas con discapacidad.






  ¿Tenemos trastorno por déficit de naturaleza?


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El “Trastorno por Déficit de la Naturaleza” (TDN) es un concepto creado en 2005 por el periodista Richard Louv en su libro El último niño en los bosques, que se convirtió en un best-seller. Según este autor, pasamos cada vez menos tiempo al aire libre y más en espacios de interior, lo que nos estaría provocando una gran variedad de problemas de salud física y mental, en especial en los niños.

Sin embargo, el TDN no está reconocido en ningún manual médico o vademécum de psicopatologías, y en epidemiología es un concepto que apenas se usa.

José Antonio Corraliza, catedrático de Psicología Ambiental por la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) y experto en espacios naturales y salud, reconoce que

“la expresión es inadecuada, pero es un concepto potente para llamar la atención sobre ese estilo de vida infantil que genera problemas de salud, caracterizado por la falta de contacto directo con la naturaleza”.

Por su parte, Triguero-Mas, sostiene que es preferible hablar de los beneficios del contacto con la naturaleza, de los que sí hay evidencia científica. La experta del ISGlobal matiza que

“siempre que salen estudios con niños parece que tienen más repercusión, pero no hay muchos más estudios en niños que en adultos. Otra cuestión es que les afecte más porque posiblemente tendrán consecuencias a lo largo de su vida, casi como cualquier aspecto ambiental”.

En este sentido, las investigaciones realizadas por Corraliza señalan que los niños con mayor naturaleza cercana tienen menor nivel de estrés percibido y más capacidad de afrontar eventos estresantes:

“Estar en contacto con la naturaleza nos hace más fuertes para prevenir problemas de salud”.
“La naturaleza es un buen recurso para promover condiciones de bienestar y salud, porque la salud no es solo la ausencia de enfermedad, sino que también se trata de tener condiciones para estar bien”.

Los estudios de este especialista de la UAM también apuntan que los niños en contacto con la naturaleza además de estar mejor “son mejores”, ya que aumenta su conciencia ecológica.







  ¿Conoces la Geografía de la Salud?


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¿Sabías que hay una rama de la geografía especializada en el estudio de los efectos del medio ambiente sobre las personas? Se llama Geografía Médica o Geografía de la Salud, y desde hace algunos años esta disciplina está en auge debido a las -cada vez más abundantes- investigaciones científicas sobre los efectos nocivos que ciertos espacios de trabajo estaban generando en nuestro bienestar físico, cognitivo y emocional. Hoy os vamos hablar de los beneficios de la naturaleza en la salud.

Sin embargo, la mayor notoriedad que la Geografía de la Salud ha obtenido en años recientes, ha sido al analizar cómo las características ambientales podrían ser cruciales para enfrentar los efectos psicológicos y físicos de las enfermedades.

Y ahora te preguntarás ¿Qué características ambientales podrían ser beneficiosas y generadoras de bienestar? Según un estudio desarrollado por Susan Erickson , coordinadora del Instituto de Investigación e Influencia del Diseño (IDRO) de la Universidad del Estado de Iowa “Algunas de estas características ambientales se relacionan con el diseño de la instalación de salud en sí misma, pero otras características están relacionadas con el contacto con la naturaleza, como en un jardín curativo o a través de una ventana con vistas a la naturaleza”.

¿Una ventana con vistas a la naturaleza? ¡Pues sí! Está demostrado que los pacientes que disponen en su habitación de una simple ventana para contemplar el panorama natural ven acelerada su recuperación e incrementado su bienestar respecto a los pacientes que no tienen acceso a esta ventana.

La idea de una ventana con vistas nos habla de ese umbral que nos separa y nos vincula al mismo tiempo con el descubrimiento de lo vislumbrado, y potencia la idea que se propone en Simbiotia de que los espacios exteriores naturales tienen la capacidad, no sólo de sanarnos, sino incluso de mitigar el estrés en nuestra vida cotidiana.

Eso nos lleva a hablar de los conceptos de Bienestar y Salud desde un sentido mucho más amplio, puesto que la palabra ‘Bienestar’ no está únicamente relacionada con la mera ausencia de enfermedades. La Organización Mundial de la Salud se refiere a la Salud en términos mucho más profundos: “Salud es el estado de pleno bienestar físico, mental y social”, y para conseguir un estado de Bienestar Óptimo, es necesario conjugar equilibradamente las diferentes dimensiones de la vida y la salud de una persona: física, social, ambiental, emocional, espiritual e intelectual”.

Lo que resulta curioso es que muchos de nosotros –incluyendo los autores de las políticas sanitarias actuales-, hemos creído durante años que la prioridad absoluta a nivel sanitario debía ser controlar el alcance de las enfermedades, y siendo que ahora entendemos la definición de Salud de forma más holística, parece tener más sentido que nunca iniciar un debate sobre los Espacios de Bienestar y su conveniencia.

Existen infinitos tipos de Espacios de Bienestar, sin embargo, uno de ellos en particular ha ganado una popularidad inusitada durante los últimos meses: los Espacios de Bienestar Laboral, que se han convertido en el mayor campo de pruebas en la investigación de este concepto y que incluyen características diseñadas para hacer que los trabajadores sean más felices y, por lo tanto, más productivos.

En el caso específico de los Espacios de Bienestar ligados a la Naturaleza, los avances científicos recientes tampoco han dejado a nadie indiferente. Desde el inicio del nuevo milenio las investigaciones han sido abordadas desde muy diferentes campos, como el cuidado de la salud, la psicología y el diseño, y todos han coincidido en sus resultados. Los investigadores han logrado detectar 4 grandes grupos de actuación de este tipo de Espacios Naturales de Bienestar sobre las personas:

  • Por una parte, han demostrado que logran reducir las actitudes violentas y ayudan a enfrentar la vida de una forma más positiva, especialmente en zonas urbanas.
  • Fomentan el bienestar psicológico, aumentando la productividad y la concentración.
  • Ayudan en la recuperación a corto plazo del estrés o la fatiga mental.
  • Aceleran la recuperación y rehabilitación física y mental de quienes padecen alguna enfermedad.

¡Es realmente impresionante los beneficios de la naturaleza en la salud!

Sobre esta base científica somos nosotros quienes debemos exigir y propiciar un cambio real. Las políticas sanitarias actuales deberían iniciar un cambio en sus prioridades, y de manera personal, nosotros podríamos mejorar nuestra calidad de vida incrementando nuestro contacto con la Naturaleza ¡Cuánto mejor si lo hacemos mediante un espacio especialmente diseñado por profesionales para incrementar sus beneficios!

Un Espacio Natural de Bienestar bien diseñado, a través de un Paisajismo adaptado, puede tener no sólo virtudes terapéuticas, sino que también puede tener consecuencias educativas, sociales y rehabilitadoras. También empezaréis a escuchar un concepto que está ganando importancia en los últimos años, y es el del Diseño Biofílico.

¿Qué estas esperando? ¡Súmate al cambio!






  Bibliografía










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